Autor, Literatura

El cuaderno gris, Josep Pla


Esta reseña es una deuda que tengo pendiente. No sólo con vosotros, también conmigo misma. Y es una deuda compleja de saldar, de ahí que la lleve tiempo postergando sentarme a escribir esta reseña. No va a ser fácil.

Empecé El cuaderno gris hace muchos, muchos meses. Pensaba que era un tipo de libro muy diferente de lo que me encontré en realidad. Era una título que llevaba mucho tiempo en mi Plan Infinito. Como siempre, en el momento que un título se incluye en la lista, prefiero no saber nada de él. Ya está anotado por un motivo así que ni necesito ni quiero más información. Lo siguiente es leerlo.

En ocasiones esta manía mía genera trabas. Cuando empecé a leer El cuaderno gris lo leí como otro tantos libros, esto es, del tirón. Al desconocer que se trataba de un dietario no me había planteado la posibilidad de que se tratara de uno de esos libros que hay que leer de a poco. Eso lo descubrí más tarde.

El cuaderno gris se puede dividir en dos partes: una en la que se centra en el Ampurdán, provincia de Gerona, donde vive en la casa familiar, a la espera de regresar a Barcelona para continuar sus estudios universitarios. La mirada que extiende sobre la realidad se centra en sus vecinos y amigos, las vidas y la cotidianidad de sus paisanos, la reflexión sobre la tierra y el carácter.

Tras leer doscientas páginas seguidas me di cuenta de que El cuaderno gris hay que saborearlo. Como si se tratara de un buen vino, hay que tomarlo a sorbos, oliendo lo que nos ofrece, apreciando sus matices. Desde ese momento encaré la lectura de otro modo, leyendo algunas páginas cada día, justo antes de acostarme, dejando este dulce bombón para los momentos finales del día.

Comprender esto fue muy importante para mi visión de la lectura, porque me permitió apreciar más el estilo del autor, además de valorar de otro modo la grandeza de la obra. Ocurrió que en ocasiones estaba leyendo una novela corriente y que el mejor momento del día era cuando la dejaba y empezaba con El cuaderno gris.

En la segunda parte del libro Pla habla de Barcelona, de su vida universitaria y de todo lo que le rodea: de lo que lee, de lo que hace y de lo que piensa. Reflexiona sobre su futuro y su presente, sobre la vida de sus amigos y conocidos, sobre la idiosincrasia de Barcelona, sobre lo divino y lo humano.

Esta parte me ha gustado mucho más, quizá porque tengo más cerca la vida universitaria, o quizá porque me suele gustar esta temática, me gusta comprobar cómo los diferentes autores recuerdan su paso por la Universidad. Sin embargo, he observado que generalmente los autores enmascaran sus recuerdos o sus relatos con una pátina de nostalgia y de positivismo, probablemente a consecuencia de aquél refrán cualquier tiempo pasado fue mejor. La visión de Pla es diametralmente opuesta. No por ser negativa, sino por ser realista: se aburre con las clases, duda de la utilidad de muchas de sus asignaturas, está lleno de incertidumbre… etc. En definitiva, disecciona la vida universitaria sin ensalzar los puntos positivos, como un catalizador de la realidad. Además, su vida social se amplía, comenta sobre su círculo de amistades, sobre las discusiones en que se enzarzan, sobre lo peculiar de sus amigos. Nos enseña la Barcelona de las primeras décadas del siglo pasado, su ambiente de bares, su filosofía, su día a día.

Lo complejo de este libro y a la vez, lo maravilloso al saber que Pla lo escribió cuando apenas tenía veinte años. Y aún así sus palabras destilan una importante sencillez, de un lado, y por otro una visión exageradamente lúcida de su realidad. ¿Cuántos autores pueden demostrar esas capacidades por medio de un dietario? ¿Y cuántos lo hacen cuando son jóvenes?

Pero por encima de todo está el estilo, la suave elegancia de Pla, que combina con sus descripciones certeras, su análisis del conjunto sin perder importancia a los detalles, esa lúcida inteligencia que le hace ser capaz de comprender la realidad, no sólo la intelectual sino la humana.

Es un placer leer a Pla, ya lo dije en otra ocasión. Porque es complicado encontrar a un autor que abarque tantos temas, que tenga esa capacidad de aportar luz a cada uno de los embrollos, independientemente de qué se trate. Y al mismo tiempo, es un placer leer a un genio hablando de libros, de los libros con los que se topa, los libros que le quitan el sueño; esos autores que lee y relee, que marca como favoritos. Esa sensación compartida por todos los que leemos de amor a la lectura.

En muchas ocasiones terminaba la página con un suspiro. Otras, con risas, por su sátira y su sutil maldad recubierta de ironía. Incluso con melancolía, por verme reflejada en alguna de sus reflexiones.

Terminé El cuaderno gris hace un tiempo. Mi ejemplar de Austral ha quedado lleno de notas multicolores, que quieren marcar una ínfima parte de los fragmentos que más me han gustado. Sin dudarlo es el libro con más post-it de colores de todos los que he leído.

Qué pena que esta triste reseña no sea más que una gota en el océano de Pla. Pero espero que tengáis mis palabras en consideración y que os animéis a leerlo. Leerlo en catalán, si podéis, o en castellano, o en alemán. Da lo mismo. Las obras maestras hay que leerlas. Y esta es una de ellas.

FICHA:

Te gustará si te gustó
Pros
  • La forma de diseccionar la vida.
  • Las múltiples referencias literarias.
Contras
  • No me acaba de convencer la edición de Austral. Tiene un papel demasiado basto. Recomiendo que la edición no sea de bolsillo.

Namaste.

26 comentarios en “El cuaderno gris, Josep Pla”

  1. Pues no conocía este título pero has despertado mi curiosidad. Por cierto, a mí también me encanta coger un lápiz y marcar cositas en los libros. Pero siempre a lápiz!!! Besos

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  2. Es una maravilla. Leerlo te sume en un estádo de hipnosis que hace que te olvides de tu propia vida y te metas en la piel de Pla. Es lo que tiene cuando una primera persona está tan bien escrita… Hace que confudas tu vida con la suya. Un saludo.

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  3. Hace años que lo tengo en la mira y aún tendrá que esperar un poco. Por suerte lo podré leer en catalán porque, además, su vocabulario es sencillo de leer. La claridad de ideas no requiere de palabras altisonantes.
    Tu reseña ha sido preciosa y una inyección para animarnos. Gracias.

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  4. Impresiona que con 20 años se sea capaz de escribir allgo que absorba tanto al lector que mecesite de toda su concentración, y por eso supongo lo del poco a poco. Yo no lo conocía, o no recuerdo haber oído hablar de él, pero no quiero ni pensar cómo serán sus otros libros escritos ya en la madurez.

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  5. Tengo pendiente la lectura de Pla, como la de tantos clásicos voluminosos. ¿Está edición de Austral es la revisada y corregida hace poco o la de toda la vida? Re-anotado queda. Besos.

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  6. Gema: yo lo marco con post-it de colores, así que… ¡te puedes imaginar cómo terminó este libro! Léelo, es buenísimo.

    Oesido: gracias Oe, y gracias por las continuas recomendaciones de la obra. Merece la pena, y por desgracia (por lo que leo) es un libro que pensaba más conocido, más mencionado. En cualquier caso, cualquier recomendación se queda corta teniendo en cuenta el tamaño de la obra.

    Mike: totalmente de acuerdo, Mike. Gracias por comentar, me paso por tu blog.

    Dolmar: gracias por tus palabras. Es complicado escribir una reseña de un libro como este, pero me alegra ver que te ha gustado. Ya me contarás. Es buenísimo.

    Icíar: eso me queda por descubrirlo. Pero como dices, mira que es complicado escribir, y más escribir bien y que encima se pueda hacer de un modo tan natural cuando se tienen veinte años… ya encima parece cruel.

    Manel: pues no te sé decir, la verdad. El caso es que pensaba que sí pero lo he mirado en el libro y no me ha sacado de dudas… ¡Eso, reanota!

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  7. Hola, he conocido tu blog por tu comentario del Cuaderno gris, ya que empecé este libro hace unas semanas y notaba que algo no estaba haciendo bien, se me estaba atragantando y cuando decidi buscar comentarios o críticas apareció la tuya. Leer tu análisis me ha sido de mucha utilidad, porque me ha servido para darme cuenta de que tengo que leerlo poco a poco, saboreándolo, leyéndolo de seguido no lo estaba disfrutando… asi que muchas, muchas gracias por tu comentario.

    Después me han gustado mucho tus entradas sobre otros títulos, tus listas de libros pendientes, tu biblioteca… porque todo me resulta muy útil para elegir mis próximas lecturas.

    Por tanto enhorabuena por tu blog, que está sirviendo de orientación y guía a un modesto lector.

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    1. Bienvenido Mario. Me alegra de que mi opinión te haya sido de ayuda. Hay veces que somos los lectores los que desconocemos el «ritmo» de un libro. Y éste necesita el suyo, porque la verdad es que es buenísimo. Espero que cuando lo termines te animes a compartir tu opinión.

      Sobre el resto del blog, nada me place más que escuchar que puedo servir de guía de alguien, porque tal y como comenté en esta entrada, en su día me encontré perdida entre este universo que son los libros, y tener una referencia siempre viene de ayuda. Te animo a comentar tus pareceres en las entradas que quieras.

      Sé bienvenido y gracias por tus amables palabras.

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  8. Hola. Estoy leyéndolo en la edición de Back list de 2008 bajo el título de Notas y dietarios que incluye además Notas dispersas, Notas para Silvia y Notas del crepúsculo. Estas últimas las leí el año pasado. El cuaderno gris hasta ahora me parece extraordinario, es una fuente de riqueza literaria y de filosofía de lo cotidiano que sorprende en un joven de 21 años -¡sorprendería incluso en uno de 80!. Buen comentario, hierbaroja, espero disfrutar la época universitaria tanto como la «parte ampurdanesa», saludos

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    1. No he leído los otros que mencionas, pero está claro que volveré a Pla. Es alucinante ser espectador de la profusión de temas, conocimiento y en general, cultura que desprende. Como dices, ya sea con 20 o con 80 años.

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  9. Todo lo que decis de Pla es poco.Es una gozada absoluta, y leerlo en catalàn todavía más. Los adjetivos en catalán son una auténtica catarata de sensaciones. Lectura diaria, con un bocata de anchoas con pan con tomate y una copita de cava al aire libre puede hacerte tocar el cielo…

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    1. Totalmente de acuerdo, Tomás. Si leerlo en castellano en delicioso, imagino lo mucho que se habrá perdido en la traducción. Una joya.

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    1. Estimado Rodolfo: Pla escribió «El cuaderno gris» entre 1918 y 1919, aunque se publicara mucho tiempo después (en los años sesenta), así que sí que empezó a escribirlo con 21 años.

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  10. No deja de impresionarme que un veinteañero haya escrito El cuaderno gris. Pla es, sin duda, un gran prosista. Estoy en Colombia y tengo la edición de Millenium, colección del diario El Mundo, de 1999. Es buena, pero no está revisada. La traducción también es sobresaliente.
    Fue un gusto encontrar tu blog, saludos.

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    1. Gracias por pasarte y dejar tu comentario, Sebastián. «El cuaderno gris» es todo un descubrimiento. Siéntete libre de comentar y recomendar libros. Un saludo.

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  11. Yo estoy leyendo la versión de Destino, y como tú dices hay que saborearlo, no leerlo de corrido porque perdemos detalles sensaciones que Plá transmite. Feliicitaciones a los catalanes por tener un exponente de la literatura como él.

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