Del Molino, Literatura

La España vacía, Sergio del Molino


Si el año pasado se habló de un ensayo, fue de éste. Comenzó con un murmullo, comentándose puntualmente en revistas, reseñas y blogs, hasta ir escalando posiciones hasta llegar a colocarse entre los libros más vendidos, los más comentados, los más recomendados. A una lectora que nació y vive en la denominada España vacía este fenómeno no podía resultarle indiferente.

La-España-vacíaAsí que lo compré, y como siempre lo dejé estar y esperé a que llegaran las heladas para comenzar a leerlo, quizá esperando que fuera algo mucho más denso de lo que me he acabado encontrando.

Porque quizá como muchos de los que me leéis, al oír demografía uno no puede más que arrugar el gesto y acordarse de aquéllas aburridas clases en el instituto en las que se ofrecían datos, pirámides de población y siestas infinitas. Pues nada que ver con eso.

Quizá el inicio ya es una declaración de intenciones por parte del autor:

Estoy en el extranjero, a punto de comer, y me doy cuenta de que no me han puesto tenedor. Levanto la mano para pedirle uno al camarero, pero entonces me quedo en blanco. ¿Cómo se dice tenedor en francés? ¿O en inglés? ¿O en italiano? (…) Es absurdo no saber cómo se dice tenedor en cualquier lengua europea porque es la misma palabra en casi todas. (…) Se refieren al tenedor con la misma palabra que emplean para llamar a lo que en castellano llamamos horca o forca: ese tridente de madera que los campesinos usaban para levantar la paja o remover la parva. (…) ¿Por qué en castellano usamos una palabra distinta y tan rara?

Página 21

Vaya comienzo extraño para un ensayo, ¿no creéis? Sin embargo, nos deja detalles de lo que nos vamos a encontrar a continuación. Esto es, estilo nada enrevesado, acercamiento a los temas a tratar desde mucha cultura popular (música, cine, literatura) y asuntos que quizá no nos habíamos parado a pensar detenidamente.

Con el primer capítulo ya andaba yo un poco descolocada, ya me incluía entre los que recomendaban La España vacía, su influjo me había atrapado. Iba por las calles de mi pueblo y por las Villas de mi comarca recomendando un libro que no había acabado de leer, hablando de prestarlo a unos y a otros, y sacando el tema en cualquier conversación que pudiera encontrar un receptor con ganas de escuchar. Así hasta terminarlo, leyéndolo con ganas de saber qué iba a preparar del Molino en el siguiente capítulo y enganchándome hasta quedarme tardes enteras leyendo mucho más de lo que tenía previsto.

Hay dos Españas, pero no son las de Machado. Hay una España urbana y europea, indistinguible en todos sus rasgos de cualquier sociedad urbana europea, y una España interior y despoblada, que he llamado la España vacía. La comunicación entre ambas ha sido y es difícil. A menudo, parecen países extranjeros el uno del otro. Y sin embargo, la España urbana no se entiende sin la vacía. (…)

Página 16

Del Molino habla de estas dos Españas desde el conocimiento, desde el que ha vivido y ha comprendido ambas realidades. Lo hace analizando la situación, las causas por las que se llegó a esa brecha (que él denomina El gran trauma) y deteniéndose en las peculiaridades del caso español.

Desde el punto de vista de una habitante de la España vacía, mi sensación es que da voz a aquellos, escasos y dispersos, que seguimos viviendo lejos de las grandes urbes. Cualquiera que se haya sentido ridiculizado por el tono de un periodista o de un documental, esa especie de simplificación que rodea el tema rural, donde el urbanita ofrece su punto de vista superficial y bucólico de la vida de un pueblo, para, a la vez, mirar por encima del hombro a sus habitantes al catalogarnos como culturalmente atrasados o directamente paletos, mientras reclama su visión prefabricada del entorno rural que cuadre con su visión preconcebida.

Al mismo tiempo también la visión del urbanita que es visto como forastero aunque lleve media vida viviendo allí, la España Profunda, lo mítico que sigue en el ADN español (Puerto Hurraco, las Hurdes), la idiosincrasia castellana y los pueblos de 10 habitantes.

Quizá la fractura sea lo suficientemente grande como para no poder remediarlo, pero conocer de dónde venimos, la situación de los otros y por qué estamos donde estamos es un gran paso. Para mí este libro es una lectura obligada para cualquiera que quiera saber un poquito más de este extraño pedazo de tierra en el que vivimos.

FICHA:

Te gustará si te gustan
  • Los ensayos.
  • Las curiosidades del día a día que uno no se ha parado a reflexionar.
Pros
  • Conseguir que un tema árido se convierta en ameno.
  • La inclusión de temas populares de diversos tipos.
Contras
  • Las notas están al final del libro, algo que resulta incómodo.

Namaste.

12 comentarios en “La España vacía, Sergio del Molino”

  1. Comenzando a leer, La España Vacía, promete ser interesante y a la vez prometo otro comentario cuando lo termine de leer, gracias.

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    1. El hecho de llevar poco y ya saber que te va a gustar y que lo vas a recomendar es sorprendente y fantástico. Ahora no paro de recomendarlo, y en breve mi ejemplar empezará a viajar. 🙂

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  2. Hola. A mi me gusta éste tipo de lectura, además de ir alternando con novela, ensayo, poesía, cuento, libros que hablen de libros, artistas. Curiosidades, alguno divulgativo, incluso sobre arte, artísticas y sus obras.. Intentaré hacerme con él. Cuando recomiendas libros sobre librerías, o bibliotecas, o las tramas están centradas en estos temas, también me encantan, además sigo una colección.
    Últimamente sigo picoteando también a Zweig, como tiene mucho breve aprovecho los desplazamientos, saludos.

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